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Podemos entender la salud como el máximo estado de bienestar de una persona que se verifica física, mental o emocionalmente. El autocuidado es una acción donde la fuerza de voluntad juega un rol fundamental puesto que busca el mejor nivel de salud en la persona. Implica autoconciencia, respeto y cariño por uno mismo, acciones que desarrollen ese bienestar.
Por ello que es tan importante promover este tipo de iniciativas para nosotros, pues muchas veces no tomamos conciencia y nos descuidamos hasta límites preocupantes. Es por eso que nuestro Colegio promueve, hace años, una política de autocuidado para nuestra comunidad educativa, es decir, entre todos los funcionarios del Colegio, padres, apoderados y especialmente entre nuestros estudiantes.
Este año el Dpto. de Convivencia Escolar, organizó, un ciclo de cuatro talleres, como parte del Programa de autocuidado y educación socioemocional. Ayer, vía zoom, se realizó el Tercer Taller de autocuidado dirigido a padres y apoderados.
El tema fue "La comunicación afectiva y efectiva, herramientas para enfrentar las emociones negativas, en el contexto cuarentena." La implementación estuvo a cargo del Equipo que conforma la Unidad de Psicología, compuesto por los psicólogos practicantes Savka Bastías, Johana Rojas y Eduardo González, bajo la supervisión del líder de equipo, Alfredo Cabrera y la coordinación de nuestro capellán Marco Yáñez.
El taller se ejecutó de acuerdo a lo planificado, en los tiempos estipulados y con una alta aceptación de lo entregado. Además, como cierre del ciclo de actividades, está planificado un cuarto taller dirigido a los estudiantes ACSH, calendarizado para el 22 de septiembre.
Cabe señalar que, en este mismo ámbito, desde el Equipo de Convivencia Escolar y sus unidades asociadas, se interviene en Consejo de profesores y Consejos de curso, reuniones de apoderados y equipos de funcionarios y colaboradores de la educación, ampliando la cobertura total, en esta importante misión.
Es importante tener presente que el autocuidado debe ser una constante en nuestra vida. Es decir, debemos cuidar nuestra alimentación, beber el agua necesaria, descansar lo adecuado, ejercitarnos, comunicarnos, dar y recibir afectividad. Tener precaución con los excesos, como la información saturante, mucha televisión, malos pensamientos, emociones negativas, demasiado tiempo en redes sociales o en juegos. Nuestra vida debe ser equilibrada, variada y lo más entretenida posible, así tendrá sentido y estaremos en el camino de la felicidad.
ALFREDO CABRERA OLGUÍN.
PSICÓLOGO INFATO-JUVENIL
UNIDAD DE PSICOLOGÍA ACSH.
Australian College SH.
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